Es posible mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer

En las últimas décadas los avances terapéuticos han evolucionado considerablemente, trasladando el enfoque del tratamiento de la enfermedad en sí hacia el cuidado integral del paciente. Este nuevo planteamiento abarca todos aquellos aspectos que pueden mejorar su calidad de vida1,2. Entre estos factores, una nutrición adecuada resulta fundamental ya que una dieta saludable (equilibrada, variada y suficiente) ayuda a sentirse más fuerte, facilita una mejor tolerancia y eficacia de los tratamientos instaurados y mejora el funcionamiento general del organismo.

El término “cáncer” designa muchas enfermedades, ya que existen más de 100 tipos. Sin embargo, todas ellas tienen una cosa en común: su causa, el hecho de que células anómalas se dividan de forma incontrolable y adquieran la capacidad de invadir otros tejidos. La mayoría de los tipos de cáncer toman sus nombres del órgano o del tipo de célula en el que se originan (p. ej., el cáncer de mama o el melanoma, que es un cáncer de piel que afecta a células llamadas melanocitos).

El cáncer es una preocupación sanitaria a escala mundial. Los datos globales indican la aparición de aproximadamente 14,1 millones de nuevos casos en el 2012 (OMS). Las proyecciones para el 2015 estiman la aparición de 19,3 millones de nuevos casos anuales, debido al crecimiento y al envejecimiento de la población global. Se calcula que en el 2020 se diagnosticarán 246.713 nuevos casos de cáncer en España3,4.

Los avances terapéuticos de las últimas décadas han permitido que puedan realizarse diagnósticos precoces y más certeros y tratamientos más ajustados a las necesidades de cada paciente, mejorando el pronóstico de  millones de pacientes2. El tratamiento del cáncer ha evolucionado desde un tratamiento centrado en la enfermedad hacia un enfoque centrado en el paciente en su totalidad. En este nuevo enfoque se incluye el seguir unos hábitos saludables como son el hacer ejercicio de forma regular, dormir lo suficiente, no fumar, manejar el estrés y seguir una dieta adecuada2,5. En este sentido, un buen estado nutricional puede ser de ayuda a la hora de tolerar los tratamientos para el cáncer.

Desde Nestlé Health Science, considerando los beneficios que puede aportar una buena nutrición, hemos diseñado e incluido entre nuestras soluciones nutricionales formulaciones específicas para el paciente oncológico que lo requiere.

  1. https://www.cancer.gov/espanol/cancer Consultado en diciembre de 2014.
  2. http://www.seom.org/es/informacion-sobre-el-cancer
  3. http://www.iarc.fr/en/media-centre/pr/2013/pdfs/pr223_E.pdf. Consultado en diciembre de 2014.
  4. La cifras del cáncer en España 2016. Sociedad Española de Oncología médica. http://www.seom.org/es/prensa/el-cancer-en-espanyacom/105460-el-cancer-en-espana-2016?showall=1
  5. https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/efectos-secundarios/perdida-apetito/nutricion-pdq
  6. http://oncosaludable.es/inicio/alimentacion-nutricion
  7. http://www.seom.org/es/guia-actualizada-de-tratamientos/cuidados-de-soporte?start=5#content
  8. Álvarez Hernández J, Muñoz Carmona D, Planas Vila M, Rodríguez Rodríguez I, Sánchez Rovira P, Seguí Palmer MA. Guía Clínica Multidisciplinar sobre el Manejo de la Nutrición en el Paciente con Cáncer. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (SENPE).

Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR); 2008
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Entre el 15 % y el 25 % de los pacientes con cáncer sufren falta de apetito en el momento del diagnóstico, siendo junto con la pérdida de peso involuntaria, signos de alarma de posible desnutrición1,8.

 

RECUPERAR EL APETITO

El apetito puede aumentarse practicando ejercicio con regularidad y comiendo en un entorno tranquilo y cómodo. Puede resultar preferible comer poca cantidad de alimentos con alto contenido en proteínas y calorías de forma frecuente (por ej cada dos horas) en lugar de realizar las tres comidas tradicionales más copiosas. Pueden prepararse pequeñas cantidades de comida con antelación para tenerlas siempre a mano5,6,7.


Guía de Recomendaciones dietéticas-nutricionales en Oncología.

CONTROLAR LAS NÁUSEAS Y LOS VÓMITOS SI ESTÁN PRESENTES

Las náuseas y los vómitos se encuentran entre los efectos secundarios más importantes de los tratamientos contra el cáncer*. Aunque pueden recetarse medicamentos para reducir estos síntomas1, es preferible comer antes de recibir el tratamiento que hacerlo después y tomar alimentos fáciles de digerir en lugar de comidas pesadas. Deberán evitarse los alimentos que puedan provocar náuseas, como son las comidas grasas y de olor fuerte, así como evitar las estancias con olor a comida y en las que haga mucho calor6,7.


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REDUCIR LAS MOLESTIAS GASTROINTESTINALES

La diarrea es frecuente en el paciente oncológico*. Para prevenir la deshidratación y los desequilibrios minerales, trate de beber suficiente líquido (p. ej. agua, caldos, infusiones) preferiblemente a temperatura ambiente, tomando al menos un vaso de líquido después de cada deposición blanda. Deberán evitarse las bebidas con cafeína6,7. Evite los alimentos grasos, ricos en fibra o las comidas que provocan gases (p. ej.: alubias, guisantes o chicles con edulcorantes tipo xilitol).


*Los síntomas enumerados no son exhaustivos; los síntomas reales del paciente pueden variar.


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